Qué malo es hacerse mayor a veces

23 de octubre, domingo 13:15
De pequeños tantas veces soñamos con ser mayores, creyendo que
nuestra vida va a ser mucho mejor
sólo por 'poder hacer lo que queramos'.
Pero llegas a la mayoría de edad, y por suerte, en mi caso, tengo los mejores
amigos que se pueden tener, amigos de verdad y esa persona que
para mí lo es todo, mi novio.
Y todo es genial, dulce y amargo, con sus subidas y bajadas,
discusiones pero también momentos inolvidables.
Pero, ¿y la familia? Qué hay de esos momentos en los que de pequeños
estábamos todos tan unidos, felices.
Compartiendo esos instantes juntos, momentos inolvidables.
Eso ya no existe ahora, es verdad que una sonríe al pensar
en aquellos recuerdos que tan feliz en su momento le han hecho,
pero también me llena de nostalgia, de nostalgia y desconcierto.
Porque ya nada es lo que era, porque ahora no hay momentos juntos,
ahora cada uno va a lo suyo.
Ya el ambiente ha dejado de ser cálido, ha dejado de haber risas,
de haber bullicio de alegría por tanta compañía.
Ahora llegan los silencios incómodos, las miradas que
no logras entender, comentarios ignorantes por una apariencia,
intereses, amistad perdida después de haber sido forjada tantos años,
y encima de sangre.
Y es cuando una se da cuenta de que ser mayor, a veces, no mola tanto.
No porque juegues menos, y estudies o trabajes más,
o no te hayas independizado.
Sino porque ves como tantos de esos recuerdos, de uno de los pilares
que han sido más grandes en los años pasados de tu vida, se caen,
se caen los recuerdos, las ilusiones, las ganas,
te hacen añicos.
Todo ha cambiado en muy poco tiempo para mí,
o al menos se me ha pasado volando.
Y entonces te sientes perdida y desorientada,
sin saber cuándo han decidido ir a mas de 180 km/h y yo aún sigo a 100.
Sin entender a qué se debe tanto alejamiento,
tantas cosas que dejan que desear, que te parecen mentira,
pero es tristemente verdad.
Ojalá pongan freno un poco y puedan entenderse y mejorarse las cosas,
aunque será difícil.