nunca hasta la mitad se conseguía llenar.
Cuando estaba apunto de conseguirlo,
se volvía a vaciar un poco más.
Pero mi vaso comenzó a cambiar,
se iba llenando poco a poco.
Pero ya vaciándose menos,
llenándose de mililitros de alegría,
aire fresco,
cosas nuevas,
buenos momentos,
sonrisas de las verdaderas.
Y claro, consiguiendo esto último,
lo dejaste medio lleno.
Y siguió sumando gota a gota,
ya no se sentía vacío mi vaso,
Sabía que las gotas que caían dentro
no se perderían del todo,
la esencia comenzaba a permanecer.
Y así continúa hoy en día mi vaso,
llenándose de ti, de todas las buenas esencias,
de todos los buenos momentos, contigo, con ellas.
Llenándose de vida, vaciándose de lo malo,
vaciándose otras veces por tristezas,
por dolores y malos tragos.
Pero ahora guarda en estado líquido lo que quiere,
lo que le hace feliz.
Y no necesita estar a rebosar,
tú lo llenas hasta la mitad,
y yo lleno la mitad del tuyo.
La verdad es que es precioso, lo has explicado de maravilla nena.
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, se de lo que hablas y de lo que se siente cuando ves casi vacío el vaso y de repente de un día para otro se empieza a llenar de nuevos momentos, de una nueva cara bonita, de nuevas sensaciones y emociones, de cosas que no se pueden explicar con nada de este mundo.
Te quiero nena
Sigue así escribiendo porque enamoras y llegas a la gente que te leeemos
Muchisimas gracias cielo. Y tanto, te cambia la vida, cuando menos te lo esperas, es algo maravilloso.
EliminarY yo a ti guapa, gracias por todo, lo mismo te digo con tus textos!! que grande eres<3
Espero que la capacidad y el tamaño del vaso aumenten de manera invisible pero visible y pueda llenarse aún más; y si alguna vez se vacía, échate un cubata <3
ResponderEliminarOjalá, de momento lo he vaciado. Como te quiero joe <3
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