Monstruos y explosiones

Hoy me han superados las dobles caras,
las críticas de quien está en mi corazón,
hoy me he sentido ahogada,
perdida, rodeada de todo en mi contra.
Incomprendida, llena de rabia,
explotando a causa de huracanes continuados,
uno tras otro, sin pausa entre ellos,
me han llevado por delante.
Han hecho que mis monstruos despierten enfurecidos,
y griten justicia, rabia y ansias de soledad.
Gritos de querer alejarme de todo por un momento,
y no saber nada de quien me estaba llevando al ojo del huracán.
A veces yo soy monstruo sin huracanes, sola me equivoco,
con mis propios errores y culpas.
Hoy, llevaba en mi espalda a mis guardianes de la calma,
de la autoestima, y se los han llevado por delante.
Y no puedo evitar unirme a mis monstruos y ser una monstrua más,
porque ya no puedo más, he llegado a mi límite,
he caído a los huracanes, me han hundido.
Ojalá pronto poder volar con alas de águila, volar alto, sin miedos
y con calma permanente, madura y con un horizonte despejado,
donde poder comenzar menos ahogada y sin monstruos.
Quiero salir de estos huracanes y continuar mi camino fuerte de nuevo,
sin tener ganas de explotar, sin sentirme confundida por los fantasmas
que no se van pero tampoco se quedan.
Sin la dureza desde dentro,
sin que me acorralen desde ahí dentro.
Porque yo quiero respirar,
avanzar, mejorar,
quiero luchar.
Y ahora, sin fuerzas, sólo tengo monstruos
y gris.